#Religion
Target:
Mensaje del Pueblo Católico de La Grita a Venezuela y el Mundo
Region:
Venezuela

1º. FUNDAMENTACIÓN
Como cristianos activos, sentimos la necesidad de dirigirnos a los demás integrantes de este Pueblo de Dios, que peregrina en esta Diócesis de San Cristóbal y a la gran familia venezolana, para animarlos en esta hora a ser auténticos testigos del crucificado y para alentarlo en la misión de ser «Sal de la tierra y luz del mundo».

Ante la manifiesta intención de trasladar la SAGRADA IMAGEN DEL SANTO CRISTO DE LA GRITA, del tradicional santuario en la Basílica Menor del Espíritu Santo, ubicada en el centro de la ciudad hasta una nueva edificación, construida en la intersección de la vía denominada La Cuarta con la carretera que conduce desde La Grita al caserío La Quinta, sentimos la necesidad de elevar nuestra voz y nuestra razonada opinión, como parte activa de esta iglesia ,que en expresión del Concilio Vaticano II «va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios»(1) y tal como la expresara el propio Concilio, nos consideramos fortalecidos, con la virtud del Señor resucitado, para triunfar con paciencia y caridad en medio de las aflicciones y dificultades.

Con profundo amor cristiano queremos expresarles a ustedes como hermanos y a las autoridades jerárquicas de esta Iglesia Católica, que conformamos todos, que nosotros como pueblo de Dios en esta Diócesis de San Cristóbal animados por nuestra fé en Jesucristo, queremos compartir nuestra preocupación y nuestra esperanza. Resulta prudente recordar que dentro de la Iglesia, somos nosotros los que hemos optado libremente por aceptar la invitación a ser mensajeros. En la larga tradición de la iglesia y en las orientaciones del Vaticano II queda claro que por integrar este «Pueblo de Dios», en nuestra comunidad no existe ni puede existir sentido de apropiación, de poder, de privilegio o de exclusión. Siguiendo el mandato del maestro, somos portadores de luz. En todas nuestras obras debe brillar la luz de Jesús; porque no llevamos el mensaje con palabras, lo llevamos sobre todo con obras. La Palabra es amar, servir, ser humildes, perdonar y este mensaje, no se encierra en palabras sino que se contagia con testimonios de vida.

2º. NUESTRA FE Y LAS IMÁGENES
En nuestra Iglesia Católica, el cuidado de las imágenes de devoción tiene raíces históricas y culturales que ayudan a comprender los sentimientos hacia estos objetos y las labores de preservación, conservación y cuidado que la Iglesia en general y sus miembros en particular despliegan respecto a su patrimonio vivo.
Desde tiempos remotos, la presencia de imágenes ha servido como lenguaje explicativo del amor de Dios hacia los seres humanos. Se lee en la Primera Carta de Juan que «La revelación de Dios en Cristo nos ha permitido contemplarlo con nuestros sentidos». En esta carta, escrita por San Juan a los fieles para combatir herejías asegura que: «Lo que fue desde el principio o desde la eternidad, lo que oímos, lo que vimos con nuestros ojos y contemplamos y palparon nuestras manos tocante al Verbo de la vida…»(2)

La elección de la imagen visual no es aleatoria, sino que responde a la creencia cristiana y universal que la salvación es para todos, igual que el lenguaje simbólico. En este afán de universalidad, en que la imagen cristiana opta por el objetivo de ser por todos entendida, es que toma prestados elementos de varias tradiciones. En sus primeros años, el cristianismo utilizó para sí algunos símbolos romanos y los resignificó. La iconografía resultante también se valió de elementos de la tradición, como fuente de inspiración para los artistas.
La encarnación del Verbo viene a significar la presencia de Dios en la historia, que se conmemora a través de la representación en imágenes que acerquen el misterio de esta aparente ausencia. Las imágenes constituyen un lenguaje simbólico para hacer visible aquello que no lo es y poseen, al mismo tiempo, la cualidad de llegar al alma de las personas.

La imagen visual sintetiza dos cualidades fundamentales: El de representar o sea volver a presentar y el de conmover. ¿De qué manera se puede expresar sentimientos como el amor, sino es a través de gestos sensoriales como el tacto de una mano y la luz de una mirada cariñosa? De esta forma, las realidades internas pueden cobrar formas visibles a través de signos y símbolos. La cruz, al tiempo que es signo de la crucifixión, simultáneamente es un símbolo del amor de Dios.

3º. EL SANTO CRISTO DE LA GRITA
Desde la concepción descrita es que adquiere un valor inconmensurable para la Iglesia Católica Venezolana la Imagen del «SANTO CRISTO DE LA GRITA» Este amor incondicional hacia esta imagen votiva se enmarca dentro de un fenómeno más amplio, creando una especial relación de los católicos con esta hermosa talla.

Cada año cientos de miles de personas, habitantes de Venezuela y otros venidos de diferentes lugares del planeta, peregrinan ante la histórica imagen del «SANTO CRISTO DE LA GRITA».

La historia de la milagrosa imagen tallada en madera de cedro autóctono de estos parajes, que representa a Jesús crucificado, data del año 1.610 y su autoría es adjudicada a un ángel y a Fray Francisco de Maqueda, quien la realizó en el Convento de la Aldea Tadea, afirmándose que éste, encontró su inspiración para esculpir el rostro Sereno de Jesús Crucificado, luego de largas jornadas de oración.

Concluida la talla, fue trasladada a la Grita, al Convento de los Franciscanos, posteriormente a la capilla de la Santa Cruz del Llano, luego a una Iglesia pequeña en la carrera 6 o carrera de La Pesa y ante el desplome de esta ultima edificación, la Sagrada Imagen, fue devuelta a la capilla de la Santa Cruz del Llano.

Entre 1657 y 1697 el presbítero Juan Figueroa levanta una Iglesia, ubicada en el sitio donde está la actual Basílica, y hasta allí es trasladado EL SANTO CRISTO DE LA GRITA. En el año 1812 un fuerte terremoto destruye parcialmente el templo y nuevamente la imagen del SANTO CRISTO DE LA GRITA es llevada a la capilla de la Santa Cruz del Llano. Es en este lugar sagrado donde Simón Bolívar en 1813, se inclina reverente en oración ante los pies del SANTO CRISTO.

El 24 de junio de 1827 ante los daños ocasionados por otro fuerte sismo, el presbítero Francisco Estrella inicia la construcción de un nuevo templo el cual fue terminado en 1836, y en su altar mayor fue entronizado el Sagrado madero. En 1884 Monseñor Jáuregui Moreno inicia la construcción de la actual iglesia, obra que fue terminada en 1916 por Monseñor Angel Acacio Chacón Guerra, edificando una pequeña capilla para instalar al SANTO CRISTO, quien durante el tiempo que duró la construcción, fue alojado en la capilla de la Santa Cruz del Llano y desde este último año 1916, la venerada imagen ha permanecido en la Iglesia Matriz del Espíritu Santo de La Grita.

Entre los años 1951 a 1954 el presbítero RAÚL MÉNDEZ MONCADA erige el actual Santuario del SANTO CRISTO dentro de la Iglesia Matriz, sitio en el cual permanece hasta la presente fecha. Después de muchos trámites ante la Santa Sede, el 25 de octubre del 1976, su santidad Pablo VI dicta el Breve Pontificio elevando la Iglesia Matriz del Espíritu Santo a la categoría de Basílica Menor, por mantener en su recinto la antiquísima imagen del SANTO CRISTO DE LA GRITA. Es de hacer notar que desde el año 2008 el SANTO CRISTO DE LA GRITA fue designado «Patrono y Protector del Estado Táchira» por el actual obispo de la Diócesis.

A partir del 7 de septiembre de 2010, mediante Decreto del Poder Ejecutivo publicado en la Gaceta Oficial N° 39.504, ante la importancia adquirida por la sagrada talla, fue declarada Patrimonio Nacional.

El Santuario del SANTO CRISTO DE LA GRITA en la Basílica Menor del Espíritu Santo se ha configurado en un elemento religioso aglutinador de peregrinos y en un símbolo de la fe de un pueblo. Como bien se puede observar, la Imagen Sagrada, en más de 400 años no ha sido reasentada fuera del casco central de la ciudad de La Grita, cuyas condiciones ambientales han permitido que el venerado madero pudiere remontar el tiempo sin sufrir mayor deterioro físico.

4º. GUARDIANES DE LA IMAGEN DEL SANTO CRISTO DE LA GRITA
Quienes integramos la Iglesia Católica, históricamente, hemos sabido valorar sus bienes patrimoniales. Frente a una fe respetuosa, los católicos sabemos la exacta dimensión de las imágenes de nuestra devoción y coincidimos con otras expresiones culturales que se preocupan por el cuidado y la protección de bienes que se consideran «patrimonio de todos».

En valioso documento del Vaticano se afirma: «Los bienes culturales eclesiales son un patrimonio específico de la comunidad cristiana. Al mismo tiempo, a causa de la dimensión universal del anuncio cristiano, pertenecen de alguna manera a toda la humanidad»(3).

Desde esta visión del Vaticano, el patrimonio son aquellos objetos heredados a los que les asignamos un valor. En el caso de los objetos patrimoniales de la Iglesia, estos tienen un valor material, simbólico, histórico y emotivo. Por esta valoración múltiple es que vale la pena conservarlos y difundirlos.

Para algunos especialistas, a la hora de estudiar el concepto de patrimonio de Occidente, es necesario hacer referencia al fenómeno religioso cristiano. Uno de ellos afirma: «La Iglesia Católica es esencialmente conservadora de su patrimonio porque ha de guardar con cuidado los objetos y lugares que alientan el culto, para transmitirlo a futuras generaciones»(4).

La Iglesia Católica como pueblo creyente siempre ha cuidado de sus imágenes que son tesoros por el elevado valor simbólico. Tanto la jerarquía de iglesia como todos sus fieles han puesto todo su celo en el cuidado de las imágenes. Este hecho adquiere una singular preponderancia con la imagen del «SANTO CRISTO DE LA GRITA», lo cual conlleva a ser considerada como un patrimonio común de la Iglesia, de las familias, de la comunidad y de la Cofradía que la mantiene y cuida con esmero.

Es todo un pueblo que cuida la imagen, la conserva y la defiende para transmitirlo a generaciones venideras; para esto no se necesita tener una aproximación teórica al patrimonio y sus cuidados aparejados. Al contrario, lo que la imagen y el patrimonio nos pide es que tengamos respeto y cariño por aquellos objetos y lugares que tienen un valor religioso para las personas y las comunidades, para que se mantengan en buen estado y no pierdan su rol identitario.

5º. LA OPTIMA CONSERVACIÓN DE LA IMAGEN DEL SANTO CRISTO DE LA GRITA
En la general preocupación que tenemos los Católicos para impulsar la «Evangelización de la Cultura», participamos activamente en procura de impulsar acciones que animen la gestión patrimonial. Entendemos por gestión del patrimonio «El conjunto de actuaciones programadas con el objetivo de conseguir una óptima conservación de los bienes patrimoniales y un uso de estos bienes adecuado a las exigencias sociales contemporáneas».(5)
En defensa de la conservación optima que debe tener la IMAGEN DEL SANTO CRISTO DE LA GRITA, nos remitimos a un documento clave para insistir en la urgente necesidad de cuidar y proteger la talla del Cristo.

En la carta circular «Necesidad y Urgencia del inventario y Catalogación de los Bienes Culturales de la Iglesia», firmada en el Vaticano en 1999, entre otros aspectos se señalan:
a) El reconocimiento del valor cultural y eclesial de sus bienes como fundamento para su conservación (Página 191).
b) El reconocimiento de la utilidad de las imágenes religiosas. Estas servirían para fijar en la memoria ciertos conceptos, para suscitar sentimientos y para enseñar a los iletrados (Página 195).
c) Las imágenes constituyen, por tanto, una importante fuente de civilización (Página 210).
d) El reconocimiento de la importancia de los bienes religiosos artísticos como parte de la tradición de la Iglesia (Página 210).
e) El reconocimiento de la importancia de la conservación contextual de los bienes culturales de la Iglesia. Esto significa que los bienes de la Iglesia deben comprenderse en su contexto evangelizador y como imágenes de culto. Son objetos de gran belleza, pero no se puede olvidar que también conllevan una belleza espiritual.

6º. POR RAZONES DE SEGURIDAD PARA GARANTIZAR LA CONSERVACIÓN DE LA IMAGEN DEL SANTO CRISTO DE LA GRITA, ESTE DEBE PERMANECER EN SU SANTUARIO NATURAL.

Calificados expertos sostienen que existen innumerables razones para justificar la permanencia del Sagrado Madero en su Santuario Natural de la Basílica Menor de la Iglesia Matriz del Espíritu Santo, entre otras: de carácter histórico, religioso, social, cultural, de seguridad ambiental y, por supuesto, las condiciones físico-naturales, que juegan un rol importante en la preservación de esta milagrosa reliquia protectora del Táchira y Venezuela. En este sentido, se presentan brevemente, algunos aspectos del medio circundante al Santuario de la Cuarta que inciden negativamente en la integridad física de esta maravillosa obra, como son: la naturaleza del terreno, los vientos, la temperatura, humedad, luz, aire, sequedad, cuerpos de agua, vegetación y microorganismos.
Por los argumentos históricos, religiosos, culturales y de seguridad en la preservación de la Talla del Santo Cristo de La Grita, esta comunidad de arraigada Fe católica, enclavada en la montaña del Estado Táchira considera que la antigua reliquia debe permanecer en su santuario natural ubicado en la Basílica Menor del Espíritu Santo de La Grita.

La localización del Santuario nuevo, distante de La Grita en aproximadamente de 2.5 a 3 Kilómetros en el sitio denominado La Cuarta, lugar a donde se pretende trasladar la imagen, no reúne las condiciones apropiadas y adecuadas para la veneración de esta sagrada talla cuatricentenaria, debido al impacto negativo de los aspectos, factores y elementos geográficos antes considerados.

(1) Concilio Ecuménico Vaticano II. Lumen Gentium. Constitución Dogmática sobre la Iglesia. Capítulo I N° 8.

(2) (1 Juan 1,1-3)

(3) Carta circular sobre la función pastoral de los Museos Eclesiásticos. Firmada en el Vaticano en agosto del 2001. Página 3.

(4) Hernández Hernández, F. El patrimonio cultural: la memoria recuperada. Ediciones Trea. Gijón, España, 2002. Página 462.

(5) Ballart Hernández, J. y Tresserras, J.J. Gestión del Patrimonio Cultural. Editorial Ariel. Barcelona, España, 2001. Página 238.

La gravedad de los hechos descritos nos conduce a todos los católicos de esta comarca a ratificar nuestro convencimiento que la talla sagrada de la imagen del «SANTO CRISTO DE LA GRITA debe perdurar por muchos siglos en su Santuario natural que lo es La Basílica Menor del Espíritu Santo de La Grita, donde es venerado por devotos gritenses y visitantes, en forma permanente por todos los fieles creyentes.

En apoyo, de lo argumentado, firmamos.

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The NO a la mudanza del Santo Cristo de La Grita petition to Mensaje del Pueblo Católico de La Grita a Venezuela y el Mundo was written by Sociedad Civil Venezolana and is in the category Religion at GoPetition.